Jazztronomy: Gil Evans

GIL EVANS [piano] [arreglista y director de orquesta] (Toronto, Canadá, 13 de mayo de 1912 – Cuernavaca, México, 20 de marzo de 1988) Ian Ernest Gilmore Green Evans, Gil Evans, es uno de los pocos compositores y arreglistas de jazz que pueden compararse sin rubor alguno a Duke Ellington. Tuvo un papel destacado en el desarrollo del cool, del free jazz y del jazz rock. Durante su juventud viajó por diferentes países hasta establecerse en Stockton, California. Allí dirigió su primera banda desde 1933 hasta 1938, año en que comenzó a desempeñar las funciones de arreglista hasta 1941. Ese año pasó a formar parte de la orquesta de Claude Thornhill, en la que permaneció hasta 1948. Su primer éxito fue "Snowfall", con el que adquirió una sólida fama. Entre 1948 y 1950, se unió a Gerry Mulligan, John Lewis, John Carisi, Miles Davis y Lee Konitz para formar el conocido como "Noneto Capitol". En el seno de esta agrupación nació un álbum destinado a revolucionar los conceptos musicales de la época, el imprescindible "Birth of the cool". En 1956, realizó los arreglos para el disco "Dream of you" que la cantante Helen Merrill grabó para el sello Emarcy. A continuación, volvió a colaborar con Miles Davis en la grabación de "Miles Ahead" para el sello Columbia, en el que dirigió a una veintena de músicos. A ese álbum le siguieron la extraordinaria versión de "Porgy and Bess" en 1958 y el álbum que inició el camino para la fusión entre el flamenco y el jazz "Sketches of Spain", ambos con la trompeta de Davis como protagonista. En 1959 produjo el primero de los discos grabados con su propio nombre, "Great Jazz Standars" para el sello Pacific Jazz. A este le seguirían, también con su nombre, "Out of the blue" para Impulse! en 1961 y "The Individualims of Gil Evans" para Verve en 1963, ambos con una clara influencia del compositor alemán Kurt Weill. Paralelamente realizó aarreglos para algunos trabajos de la cantante Astrud Gilberto. En 1970 Gil Evans apareció con su propia big band en el Village Vanguard de Nueva York, pero en la última etapa predominó la irregularidad de sus trabajos. Sin embargo, su genio sensible y sutil le permitió convertir sus arreglos para orquesta en auténticas joyas que han marcado páginas importantes de la historia del jazz. Más difícil es descubrir su faceta de pianista, de la que, no obstante, existe un buen ejemplo en su dueto grabado con el ssaxofonista Steve Lacy.